Peñarol, que luchó desde el primer minuto hasta el último, derrotó 3-1 a Botafogo en el Centenario pero el 0-5 en contra que sufrió en Río cerró en semifinales su participación en la Copa Libertadores de América.
El partido comenzó con los aurinegros tratando de presionar la salida adversaria y adelantarse en la cancha para ser muy ofensivos. Incluso a los 2′ tuvo un primer tiro mordido de Leo Fernández.
Un balón parado que terminó con un remate de Báez fue otra buena aproximacion ante un rival que se defendía y cuando no podía, cortaba rápidamente.
Recién pasados los 10′ el equipo norteño consiguió algo de aire para manejear la pelota, descargando en Tiquinho como pivot y con algo del movedizo Tche Tche.
Con balones al área y centros desde las bandas se dio una nueva acción para llegar al tanto que podría quebrar la paridad, tras un remate de Sequeira que rebotado se fue al córner.
La primera cierta de la vista fue apenas pasados los 20′ tras una falta de Olivera sobre Savarino que le dio un tiro libre muy bien ejecutado por Alex Telles que se fue apenas ancho.
Un tiro de Javier Méndez muy desviado y luego otro de Savarino que dio en la parte exterior de la red, fueron moviendo el trámite de un partido al que el visitante se fue acomodando.
Y a los 30′ apareció un gol soberbio que puso el 1-0 local. Un pase a Fernández que controló Jaime Báez en tres cuartos terminó en tremendo misil que se clavó en el ángulo derecho del arco de John.
Un golpe anímico para los carboneros que instantes después tuvieron el segundo que la suerte les negó. Un tiro de esquina que cabeceó Rodrigo Pérez dio de lleno en el palo ante la decepción de los hinchas.
Los mirasoles iban con centros constantes y la batuta de Fernández para encontrar espacios, pero la necesidad de goles hacía que la falta de efectividad se sufriera en cada acción que no cristalizaba.
Con demoras constantes, jugadores caídos y mucho de maña para dejar correr el reloj se fue un primer tiempo con la victoria parcial del aurinegro, que luchó mucho y justificó el triunfo parcial.
Mientras los equipos se iban al vestuario Peñarol se quedó con diez tras un pisotón de Aguerre sobre John que divisó el árbitro y que obligó al ingreso de Guillermo De Amores por Damián García.
Hasta el final
El segundo tiempo comenzó con Thiago Almada en la cancha para la visita y un trámite que cambió, ya que el conjunto de Aguirre ya no pudo ejercer la presión sobre la salida rival y eso le dio otra tranquilidad para sostener el esférico a los norteños.
Si bien el anfitrión seguía siendo muy generoso en el esfuerzo, el ingreso del argentino le daba otras opciones en ofensiva para tratar de conseguir la igualdad.
A los 54′ el árbitro Piero Maza pitó un penal por una pelota que Tiquinho tocó y dio en la mano de Guzmán Rodríguez que estaba girando, pero que luego tras revisión del VAR se ratificó.
Mateo Ponte y Eduardo por Vitinho yTche Tche ingresaron en el Fogão, mientras que Ignacio Sosa, Facundo Batista y Lucas Hernández por Leonardo Sequeira, Maximiliano Silvera y Maximiliano Olivera en el carbonero.
Y cuando el ánimo de los hinchas parecía aplacarse llegó el segundo. Otra vez Jaime Báez recibió volcado a la derecha, enganchó hacia el centro y sacó otro disparo que dejó sin asunto a John para el 2-0 a los 66′.
Por si fuera poco, Mateo Ponte en tres minutos vio dos amarillas, la primera por falta sobre Hernández y la otra con Báez, que le valió la roja quedándo los dos con diez.
Avenatti a la cancha y los mirasoles que no dejaban de buscar con centros una y otra vez que complicaban a la defensa pero que ingresando a los diez minutos finales iban bajando el telón de la serie.
A los 88′ apareció el descuento de los visitantes con una contra muy bien ejecutada y que definió Thiago Almada con precisión, en la primera a fondo. Un minuto después Facundo Batista, tras un estupendo pase picado de Rodrigo Pérez, anotó el tercero que volvió a ampliar a dos la diferencia.
«Cada día te quiero más», coreaba la tribuna en un duelo definido desde la ida, pero que el pitazo final cerró una gran actuación de Peñarol en la Copa Libertadores, una vez más de la mano de DIego Aguirre y que esta vez se cerró en semifinales.