El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún Franco, y su hijo Ramón Jamil Jesurún, quedaron en libertad este lunes tras pagar una fianza de 2.000 dólares en Miami, luego de haber sido detenidos por hacer parte de un incidente en un ascensor del estadio Hard Rock el domingo en la final de la Copa América.
El directivo y su hijo salieron de la correccional de Miami-Dade (Florida), donde estaban detenidos, y aseguraron a la prensa que fueron ultrajados, pues se les acusó de agredir a un oficial, según videos publicados por medios locales colombianos.
“Mi credencial dice ‘acceso total’ y un guardia de seguridad, de esos que quiere hacerse el importante, lo desconoció. Le insistí en que podía entrar, me empujó y ahí se armó un tumulto, ridículo e injusto, en el que atropellaron niños”, expresó el presidente de la FCF a medios locales tras salir del lugar en el que estuvo detenido desde el domingo.
Jesurún, de 71 años, y su hijo, de 43, fueron arrestados al concluir el partido en el que Argentina venció por 1-0 a Colombia, en una final que estuvo marcada por los desórdenes y el caos que propiciaron miles de hinchas sin entrada que traspasaron las vallas de seguridad.
En ese sentido, el directivo aseguró: “Yo a nadie golpeé, yo me defendí (…) Miren el video, somos ultrajados”.
Las autoridades de Miami-Dade continúan investigando los fallos que propiciaron el caos, la violencia y destrucción vividos en la final de la Copa América 2024, en la que muchos hinchas que compraron boletos no pudieron entrar al partido y otros sufrieron golpes y desmayos debido a las altas temperaturas.
Horas antes del inicio del encuentro, cientos de personas que no tenía entradas rompieron los cercos de seguridad, treparon vallas y se saltaron los molinetes de acceso al recinto, una situación que generó caos, estampidas y obligó al cierre de las puertas, así como a retrasar el comienzo del partido.
Videos difundidos en las redes sociales mostraron a fanáticos saltando sobre los accesos en la zona suroeste del estadio y corriendo para no ser alcanzados por los agentes del orden y el personal. Incluso se vieron imágenes de hinchas que intentaban entrar a través de los conductos de ventilación del estadio.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, dejó en claro que la responsabilidad de lo ocurrido el domingo en el escenario deportivo es de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), que a su vez de deslindó de los hechos y acusó a las autoridades del estadio de no haber tomado en cuenta sus recomendaciones.