Es desde el arranque del 2023 que la firma extranjera comenzó a tejer para instalarse en Uruguay a fin de concretar un megaproyecto en la producción de amoníaco e hidrógeno verde entre La Pedrera y la Barra del Chuy, departamento de Rocha.
Casi a fines del año pasado la empresa se reunió con la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, a quien le presentaron un plan de inversiones en Uruguay, también para instalar plantas de energías renovables en distintas zonas del territorio.
Búsqueda consigna que ahora la empresa saudí le pidió a UTE firmar un acuerdo de confidencialidad, con el objetivo de acceder a información clave de la empresa, lo cual fue aprobado por casi todo el directorio.
Fernando Cardona, la directora de UTE en representación del Frente Amplio, se opuso a este acuerdo al que calificó de “cheque en blanco” a una empresa que “competirá con UTE en generación”, de acuerdo a lo que publicó en X (antes Twitter).
“Las incertidumbres y la falta de transparencia nos preocupan”, añadió.
Dicha planta podría producir 1.400 megavatios (MW) de potencia, sumados a los otros 700 MW por las plantas de energía eólica y solar. El costo de este proyecto asciende a alrededor US$ 6.000 millones.
Cardona planteó en la sesión del directorio de este jueves que esta energía que se sumará al sistema eléctrico uruguayo implicará “inversiones públicas para reforzar las redes“ y que se desconoce el precio que se pagará por una posible venta de excedentes, informa el semanario.
La jerarca frenteamplista alertó, de acuerdo a lo publicado por el medio gráfico, que “es la empresa privada quien quiere evaluar las eventuales condiciones de venta de sus excedentes y la compra de sus faltantes de energía renovable. Del otro lado se encuentra UTE, quien debería conocer cuáles son las hipótesis que se están considerando en los estudios de factibilidad del proyecto para poder analizar bajo qué escenarios le sería conveniente la compra de esos excedentes y la venta de su energía. Esos datos no los tenemos“.